Son 16 esculturas y seis pinturas del maestro ítaloargentino Antonio Sassone que habían desaparecido de un departamento de la Recoleta en 2005; estaban en Constitución

En marzo de 2005, 16 esculturas y las seis pinturas del maestro ítaloargentino Antonio Sassone fueron robadas de un departamento de Recoleta. Fue como si se las hubiese tragado la tierra. Su búsqueda siempre fue infructuosa y cualquier pista terminaban en vía muerta. Pero, once años después, y mientras se investigaba a una banda de boqueteros, detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) recuperaron aquellas obras, valuadas en unos 270.000 dólares.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes oficiales. Las piezas fueron recuperadas el año pasado en un allanamiento realizado en un inmueble de Constitución, donde se detuvo a un peruano señalado como líder de una activa organización de boqueteros.
En los próximos días, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, y el jefe de la PFA, comisario general Néstor Roncaglia, le entregarán las obras a la hija del artista, la cantante lírica Stella Sassone, que vive en Italia.
Fuentes oficiales explicaron que en febrero del año pasado detectives del Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales de PFA, por orden de la jueza María Fontbona de Pombo, comenzaron a investigar una serie de robos en inmuebles cometidos por especialistas en boquetes.
El 13 de septiembre pasado, después de siete meses de investigación, el personal policial logró individualizar a los sospechosos y los atrapó cuando estaban a punto de dar otro golpe boquetero en una distribuidora de artículos de forrajería del barrio porteño de Nueva Pompeya.
En ese operativo, coordinado por la Secretaría de Seguridad a través de la Dirección Nacional de Investigaciones, la policía detuvo a cinco sospechosos, según explicaron los voceros consultados.
«Pocas horas después fueron apresados otros dos delincuentes: uno era el encargado hacer los boquetes y el otro se dedicaba a abrir las cajas fuertes», dijo una calificada fuente con acceso al expediente.
Pero a pesar de las siete detenciones la banda no había sido desarticulada del todo: faltaba el organizador y líder. El 15 de septiembre pasado, el presunto jefe de la gavilla fue atrapado mientras caminaba por Lima al 900, en Constitución. Se trata de un peruano que vivía en un inmueble de Santiago del Estero al 1400, a ocho cuadras de donde fue capturado por los federales.
«Durante el allanamiento de la vivienda del presunto líder de la organización se secuestraron droga, dinero en efectivo, alhajas y, sorprendentemente escondidos dentro del inmueble, lienzos y esculturas en bronce del maestro Sassone», explicó una de las fuentes consultadas.

Con las obras secuestradas, la jueza Fontbona de Pombo convocó al Departamento de Protección del Patrimonio Cultural de Interpol de la Policía Federal para que averiguase de quién eran las obras de arte recuperadas inesperadamente. Además de las esculturas y pinturas había dos libros sobre la vida y la obra de Sassone.
Los detectives de Interpol descubrieron que había un expediente judicial relacionado con el robo de esas obras de arte, en un inmueble de Recoleta, pero no se contaba con el detalles de qué esculturas y pinturas eran. La información era, a esa altura, poca.
Las piezas habían sido robadas de un departamento de la avenida Santa Fe al 2000 el 16 de marzo de 2005. «Pero, los ladrones, que habrían tenido información de que en el inmueble no había objetos de más valor, no sólo se alzaron con el botón de esculturas y pinturas de Sassone sino que se llevaron la araña que colgaba del techo del living», recordó un detective del caso.
El robo fue descubierto por un familiar del artista que murió en 1983, dos meses antes de cumplir 77 años. Tiempo después, en uno de sus viajes a la Argentina, la hija de Sassone -cantante lírica- recorrió locales de antigüedades y encontró la araña que le habían sustraído. Pero nunca supo nada de las otras piezas, hasta ahora.
En septiembre pasado, luego de revisar el expediente por el robo de 2005, los detectives de la Policía Federal se comunicaron con la Fundación Antonio Sassone, en Roma. Les respondieron que en ese momento la hija del maestro se encontraba en Buenos Aires.
La cantante lírica, en noviembre pasado, reconoció 25 obras como propias: 16 esculturas, seis pinturas, los dos libros sobre su padre -que era escultor, pintor y poeta- y una escultura de un autor anónimo. Ahora las tendrá de nuevo consigo para atesorarlas.
Sassone nació el 19 de diciembre de 1906 en Amendolara, un municipio de la provincia de Cosenza, en Italia. A los 17 años, junto con su familia, se radicó en Boedo. Tuvo un taller de arte en Flores y ganó numerosos premios. Una de sus obras más recordadas es el monumento al general José de San Martín que se erige en la plaza principal de Quilmes. Falleció en octubre de 1983. Sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta.