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La plataforma de pagos electrónicos funciona desde hace años de manera limitada en el país pero quiere reingresar en el mercado local, al que considera una prioridad. El rol del gobierno y los bancos.

A pesar de las negociaciones que se conocieron en el mes de marzo con el Banco Central, el gigante de los pagos electrónicos PayPal aún no opera con normalidad en territorio argentino. LA NACION pudo hablar con uno de sus directivos en la región, quien se mostró optimista con respecto a la normalización del servicio, pero evitó dar fechas precisas. «Creemos que la situación que se está creando con el gobierno actual construirá el camino para que podamos volver a operar en forma doméstica», aseguró.
La compañía, fundada en 1998 por Elon Musk y otros cinco socios, opera con éxito desde hace años en América Latina, con sus oficinas regionales instaladas en la ciudad de San Pablo. Allí presentó un estudio del comercio electrónico en la región, con el detalle de los hábitos de los consumidores a la hora de comprar online.
En ese marco, Renato Pelissaro, Director de Marketing de PayPal América Latina, reveló cuáles son los planes de la compañía en el país y detalló los obstáculos por los cuales los usuarios argentinos no pueden hacer uso de todas sus funcionalidades.

-¿Cuál es el balance de PayPal este año?
-El crecimiento es buenísimo. Nosotros nos guiamos por dos índices a la hora de rendir cuentas con nuestros inversionistas de Wall Street: los ingresos y la base de usuarios. En cuanto a lo primero, hemos crecido un 30%, lo que es muy positivo para una compañía de este tamaño, mientras que el crecimiento de la cantidad de usuarios ha sido más lento. Pero tenemos un gran engagement con las personas que nos usan, por lo que estamos felices.
En el caso de América Latina, además, este año comenzamos proyectos muy interesantes, como el acuerdo con Shell en Brasil: ahora se puede pagar con una aplicación en las estaciones de servicio. Es una herramienta que utiliza tecnología PayPal y de la que nos sentimos muy orgullosos, porque era un campo que tradicionalmente era offline, tanto con efectivo o tarjeta, y que ahora muestra un potencial muy grande.
-¿Y qué sucede con la Argentina? Desde hace un par de años los usuarios de PayPal argentinos no pueden disfrutar de una experiencia completa: no se puede retirar dinero de las cuentas en los bancos ni se pueden hacer transacciones entre usuarios locales.
-Nuestra presencia actual en Argentina está orientada 100% a transacciones internacionales. Nuestros usuarios pueden hacer transacciones en el exterior normalmente y eso incluye a muchas tiendas online que nos utilizan para comercializar hacia afuera. Sabemos que estamos en deuda con respecto a otras funciones. Nuestro objetivo para el futuro es crear el ecosistema doméstico, que es lo que hace falta.
-¿Y qué es lo que impide que pueda utilizarse el servicio con normalidad?
-Son dos cuestiones. Por un lado, tenemos que cumplir ciertas regulaciones que requieren licencias para poder operar. Por otro, necesitamos desarrollar las plataformas que nos permitan cumplir con estos requisitos legales. Esto último, por supuesto, es una cuestión interna que va a resolver PayPal, porque vemos un camino muy interesante para estar en el país. Hoy tenemos presencia doméstica en Brasil y México; la Argentina es nuestro próximo objetivo, es con total seguridad el próximo mercado en el que queremos tener presencia fuerte. Pero el desarrollo de la plataforma no es sencillo y requiere un esfuerzo de ingeniería importante por parte de nuestra empresa, por lo que es preciso que tengamos certeza de que vamos a poder operar.
Y en cuanto a las regulaciones oficiales, durante 2016 avanzamos en conversaciones con bancos argentinos para empezar a crear parte del ecosistema necesario para operar en el país. Esto es algo que está sucediendo ahora mismo, mientras nosotros estamos aquí. Pero son negociaciones complejas, que demoran su tiempo.
-Frente a tanto entusiasmo, ¿hay una fecha en la que usted crea que la situación se regularice?
-No puedo fijar un momento porque hay instancias que no dependen 100% de PayPal. Pero que quede claro que la Argentina es un mercado en el que tenemos mucho interés y que es una prioridad.
-¿Y cuánta incidencia tiene en esto el Estado? Se cumple un año de una nueva administración nacional, ¿considera que hay mejores perspectivas para PayPal con el gobierno de Cambiemos que con el Frente para la Victoria?
-Consideramos positiva para PayPal la visión del gobierno de Macri, que es de mayor apertura a las importaciones, por ejemplo, y con el fin de muchas barreras. De hecho, en 2016 detectamos un crecimiento en las transacciones de usuarios argentinos con PayPal, con una tasa mucho mayor que otros países de América Latina. Y se lo adjudicamos al cambio de la percepción de los consumidores con respecto a la economía y a un tipo de cambio más saludable.
Creemos que la situación que se está creando con el gobierno actual construirá el camino para que podamos volver a operar domésticamente.
-El informe que presentaron muestra cómo en la región, y en especial en la Argentina, son los eventos especiales como el CyberMonday o la CyberWeek los que traccionan la mayor cantidad de compras electrónicas. ¿Cómo cree que puede ser la transición a que esto ocurra todo el año como un hábito adquirido?
-Es una pregunta compleja, porque de lo que habla es de la madurez de los mercados. Creo que estamos cerca de adoptar las compras electrónicas para productos del día a día, pero no con productos caros. Aún las personas quieren ir a las tiendas físicas para ese tipo de compras. Pero lo que muestra nuestra investigación que el gran motor de las compras electrónicas hoy es la percepción de hacer un «great deal«, es decir, comprar algo por la satisfacción de estar ahorrando mucho o porque es una oportunidad única.
Resta saber si esto es bueno o no para el comercio minorista, porque hoy el consumidor espera a un gran descuento para ciertas compras, lo que obliga a achicar el margen de ganancias y no todos los vendedores pueden darse ese lujo. Entonces, eventos como el CyberMonday mejoran las ventas y traen nuevos clientes, pero no siempre son rentables porque requieren descuentos muy agresivos. Es una encrucijada de la que se puede salir apostando a la madurez de nuestros consumidores. Hay que verlo como un reto y una oportunidad.
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